En el balcón
como fragmentos de deseo disolviéndose.
La grisedad del día ayuda.
Un olor nauseabundo a pelo de gato mojado se desliza despacio desde lo desconocido.
No conozco si el aire está quieto, denso, aupándose a sí mismo,
La grisedad del día ayuda.
Un olor nauseabundo a pelo de gato mojado se desliza despacio desde lo desconocido.
No conozco si el aire está quieto, denso, aupándose a sí mismo,
porque las ramas se alistan al festín.
En el costado un tremor que arde sube a suplantar el silencio
En el costado un tremor que arde sube a suplantar el silencio
y se disocia también un océano de aguas que no suenan.
Los aviones parecen tener motores intermitentes, suspendidos de la nada,
y la llovizna es tan fina que parece dibujada a lápiz con punta afilada.
Todo
va a parar a la distancia exacta entre el nacimiento curvo de mis ojos
va a parar a la distancia exacta entre el nacimiento curvo de mis ojos
y el muro ahuecado del balcón por dónde asoma en ocasiones una ardilla.
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