No tenemos mañana
A Beatriz Basile
Todavía hay una noche de insomnio
en su cuerda floja
configurando al miedo
y dirigiendo la sangre en sus vorágines;
todavía una sirena persigue al desgraciado,
una vena corre desorbitada tras el muro,
y se deshace un pétalo tras la configuración de sus mitos;
todavía me restriego las manos
y un sudor leñoso me recorre la conciencia,
todavía me atosiga el hambre,
la tos estalla pendenciera en la voz
y mis oídos se agrietan con el témpano del ruido;
todavía puedo decir te quiero
y ver cómo se abren fantasmagorías que pueden catalogarse de cursi;
todavía existe la catalogación,
la riña entre los bandos, el susurrar pausado de la envidia,
todavía,
todavía hay un espectáculo armado en las emociones
y allí nos movemos,
y les decimos que hay más.
Un mañana.
en su cuerda floja
configurando al miedo
y dirigiendo la sangre en sus vorágines;
todavía una sirena persigue al desgraciado,
una vena corre desorbitada tras el muro,
y se deshace un pétalo tras la configuración de sus mitos;
todavía me restriego las manos
y un sudor leñoso me recorre la conciencia,
todavía me atosiga el hambre,
la tos estalla pendenciera en la voz
y mis oídos se agrietan con el témpano del ruido;
todavía puedo decir te quiero
y ver cómo se abren fantasmagorías que pueden catalogarse de cursi;
todavía existe la catalogación,
la riña entre los bandos, el susurrar pausado de la envidia,
todavía,
todavía hay un espectáculo armado en las emociones
y allí nos movemos,
y les decimos que hay más.
Un mañana.
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