Inercia







No me muevo,
sin embargo siento un viento fuerte que me echa fuera.
Nunca creí que las reticencias
despertaran y se retuvieran en el costado.
Tan quieto, no encontré tal vez costuras,
cómo zurcir el bochorno,
hacer la experiencia válida.
Sin embargo hay un viento que me ordena salir.
He sido,
aunque me resista.
Desarraigué la poética con que fui concebido.
Aprendí de la verdad de la desconfianza.
No me muevo,
acaso soy un ángel que me ha sustituido.
No obstante, otra vez, como un criminal arrepentido,
el viento azota.
El viento, extenso,
que cubre, música,
acordes que mi quietud se traga.

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